Ejercicio físico: beneficios y precauciones
Durante este mes de abril, preparando el verano que está a la vuelta de la esquina, en Grup Fisioderm estamos ofreciendo consejos para recuperar la forma física. Hemos hablado de la importancia de estar en forma y de como lograrlo a base de actividades cotidianas sencillas, al alcance de todos.
Ahora expondremos los beneficios del ejercicios físico, por si alguien aún dudaba y pensaba empezar más tarde, pero también queremos hablar de las precauciones que hay que tomar.
Beneficios del ejercicio físico
- Mejora la sensación de bienestar general.
- Ayuda a mantener un estilo de vida independiente.
- Reduce el riesgo de contraer ciertas enfermedades, como alteraciones cardíacas e hipertensión.
- Mejora la movilidad, la flexibilidad y el equilibrio.
- Ayuda a controlar enfermedades como la diabetes o la obesidad.
- Aumenta la resistencia a la fatiga e incrementa la capacidad para el trabajo físico y mental.
- Eleva el estado de ánimo de de auto-confianza.
- Recupera la capacidad para conciliar el sueño.
- Contribuye a combatir la ansiedad, la depresión y el estrés.
- Beneficia el cerebro, tanto en actividad como en prevención de posibles accidentes tipo ictus.
Pero hay que tomar precauciones
Hidratación. Es básico beber agua, antes, durante y después del ejercicio. Como orientación, tengamos en cuenta que cuando sentimos sed ya hemos empezado a deshidratarnos. Una botella de agua es nuestro mejor aliado durante el ejercicio para ir dando tragos antes de sentir sed.
Calentar. Diez minutos de calentamientos antes de empezar son básicos para no padecer lesiones. Estiramientos o movimientos articulares sencillos ayudarán a que el tiempo que dediquemos después al ejercicio rindan más. Y al terminar el ejercicio, también es conveniente realizar unos estiramientos musculares.
Ropa adecuada. Si es de algodón, mejor. Y que sea holgada, que permita la movilidad. Si se opta por pasear o circular en bicicleta por una carretera, es imprescindible usar alguna prensa de colores brillantes que nos destaque del paisaje.
Ejercicio seguro. Aunque los beneficios del ejercicio físico crean dependencia, si se está enfermo es mejor respetar los tiempos de la convalecencia, aparcar unos días nuestra rutina física y retomar el ejercicio progresivamente. El sentido común nos guiará mejor que cualquier programa.
Prudencia. Existen deportistas de elite que se entrenan en condiciones extremas. Si nuestro caso es ir recuperando la forma y mantenerla, es mejor no entrenar cuando hace mucho frío o mucho calor. De nuevo el sentido común es nuestro aliado.
Calzado adecuado. Flexible, que se adapte bien al pie y no produzca rozaduras.
Buscar apoyos. Algunas personas entrenan mejor en solitario. Pero muchas otras disfrutan más en compañía. Si este es tu caso, tu pareja o un amigo con los mismos objetivos serán tu anclaje ideal para no abandonar.
