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Artrosis y Artritis

 

Hoy vamos a explicar la diferencia entre la artrosis y la artritis, ya que generan confusión siendo dos patologías completamente diferentes aunque ambas se hallen englobadas dentro de las denominadas enfermedades reumáticas.

La artrosis es un proceso degenerativo en el que se produce un deterioro del cartílago articular, este cartílago se encarga de recubrir los extremos de los huesos, se trata de un recubrimiento gelatinoso que permite el buen funcionamiento de la articulación, por lo tanto permite un buen deslizamiento y amortiguación entre las superficies articulares. El cartílago no está inervado ni irrigado, con lo que el movimiento no produce dolor.

Con el paso del tiempo o por lesiones articulares se puede producir el deterioro de este cartílago articular, se erosiona y se desgasta apareciendo los osteofitos (crecimiento excesivo de tejido óseo, suelen ser protuberancias óseas que crecen alrededor y dentro de la articulación) de manera que el movimiento puede empezar a ser molesto o doloroso ya que el deslizamiento se realiza directamente entre las superficies óseas y estas si que están inervadas y irrigadas. La predilección de estas lesiones son las articulaciones de carga como la cadera y rodillas así como la columna vertebral (sobre todo la cervical y lumbar) también en hombros y dedos de las manos sobre todo la articulación del dedo pulgar de la mano y pie.

La artritis por el contrario, es una enfermedad articular crónica que cursa sin un proceso degenerativo, es decir puede aparecer a edades tempranas y es este proceso inflamatorio el que provoca la lesión del cartílago y otras estructuras circundantes (ligamentos, tendones…)

Existen varios tipos de artritis, siendo la más conocida la artritis reumatoide donde la inflamación se produce en la membrana sinovial. Que provoca dolor, calor en la articulación, inflamación, enrojecimiento y rigidez sobretodo matutina, comportando una pérdida de movilidad articular. Se instala con predilección en: pies, tobillos, rodillas, caderas, hombros, codos, muñecas y dedos de las manos. Suele evolucionar a brotes (aunque no en todos los casos) de manera que tras el proceso inflamatorio se estabilizan los síntomas.

Tratamiento:

La artrosis: el objetivo es disminuir el dolor y mejorar la movilidad. Por lo tanto se deberá evitar todas aquellas actitudes que provoquen sobrecarga articular y contribuyan a lesionarla. (Sobrepeso, posturas inadecuadas, movimientos repetitivos)

El ejercicio físico es fundamental, pero se debe escoger el adecuado evitando aquellos deportes que ocasionen impactos articulares ( fútbol, atletismo, rugby,) o que provoquen torsiones articulares (Kárate ..) esto no es universal y cabe analizar bien cada caso, así como la intensidad en la práctica.

La vida sedentaria no está indicada, pero a veces el dolor limita la voluntad para realizar actividades, su reumatólogo es posible que le indique visitar al fisioterapeuta para que le diseñe una tabla de ejercicios personalizados, que le ayuden a mejorar la calidad muscular y articular.

El tratamiento farmacológico se adecuará a cada situación, siendo su especialista el encargado de recetar en cada caso lo más indicado que va desde analgésicos, antiinflamatorios e infiltraciones para disminuir el dolor a los condroprotectores para frenar la lesión cartilaginosa.

La artritis al ser una enfermedad sistémica va a requerir de un tratamiento farmacológico específico en cada caso, de entre los que destacan los corticosteroides, medicamentos biológicos, antirreumáticos…

El estilo de vida también es importante, como:

  • Ejercicio suave que mejore la rigidez y fortalezca la musculatura
  • el reumatólogo puede indicar fisioterapia, que consistirá en un programa adaptado de ejercicios así como el uso de técnicas adecuadas a cada situación y momento.
  • Evitar el sobrepeso y las posturas que pongan en tensión las estructuras articulares.
  • Mantener una alimentación adecuada.

En ambos casos si los métodos conservadores no han funcionado, la opción es la cirugía, mediante artroplastias como la de rodilla o cadera que son las más frecuentes.

 

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