Como es de esperar, cada año por estas fechas y con la vuelta al cole, vuelve la controversia de cuánto peso pueden llevar nuestros hijos en la mochila.
A todas las edades es importante controlar el peso que soporta nuestro organismo, pero cabe tener especial cuidado con los niños, ya que se hallan en pleno desarrollo y la prevención es súmamente importante para prevenir lesiones y dolor de espalda que pueden repercutir en la edad adulta.
¿Cuánto peso pueden llevar mis hijos en la mochila?
Según estudios realizados, el peso de la mochila no debe superar el 10% del peso del niño.
Este es un factor importante, aunque no determinante, ya que también es fundamental la correcta colocación de la mochila y que esté bien ajustada a la espalda, las distancias que tienen que realizar con dicho peso, la capacidad física de nuestros hijos y su propio peso corporal.
¿La mochila en la espalda o mejor con ruedas?
No es ni blanco ni negro. La mochila cuando el peso es el adecuado, se reparte bien, se colocan las correas en los 2 hombros y no solamente en uno y se lleva pegada al cuerpo impidiendo las oscilaciones.
Cuando el peso aumenta, las mochilas con ruedas son mejor opción, a pesar de que se tiene que valorar que la mochila suele pesar más, las irregularidades del terreno, que dificultan su desplazamiento, que los niños tengan que subir y bajar escaleras, que serán una incomodidad además de un peligro y que se evite tirar de ellas ya que provoca una torsión de espalda y una rotación de hombro que puede llegar a ser dolorosa. Siempre mejor empujar.
En muchos centros educativos, ya se dispone de taquillas, con lo que transportar exclusivamente lo que se necesita cada día, minimiza enormemente el factor peso.
Buenas prácticas para la vuelta al cole
Evitar el sedentarismo y fomentar la actividad física de los pequeños son además, los mejores aliados, conjuntamente con una correcta higiene postural, para evitar los problemas de espalda.
Por lo que, dentro de nuestras posibilidades, ya que en la escuela no los podemos controlar, intentemos corregir las malas posturas que adoptan en casa, viendo la tele o delante del ordenador que también propician asimetrías y alteraciones musculares.
Corregid cuando el niño se siente sobre su pie o se deje caer en la silla con los glúteos al borde de la silla o sofá y los hombros apoyados en el respaldo. Estas y otras posturas mantenidas, alteran las curvas naturales de su espalda y puede aparecer el dolor.
Es nuestro trabajo educar a nuestros hijos para que se acostumbren a buenas prácticas y eviten problemas mayores en un futuro. Pero si en un momento dado aparece el dolor no dudes en contactar con nosotros y pedir cita con tu fisioterapeuta a domicilio.