Con este nombre es conocido al acúmulo de sangre depositado debajo de la uña del primer dedo, debido a una rotura de vasos capilares provocando una extravasación de sangre que queda atrapada en la parte posterior de la uña .Se presenta como una mancha muy oscura, que habitualmente es dolorosa y que se extiende por toda la lámina ungueal, pudiendo ocasionar la caída de la uña.
El roce continúo con el calzado, un golpe, mantener excesiva presión sobre el dedo o en menor medida, padecer ciertas enfermedades, sobre todo autoinmunes o estar realizando ciertos tratamientos, pueden ser las principales causas de esta lesión.
En edades avanzadas el dolor puede verse incrementado si existen patologías asociadas como la onicogrifosis (engrosamiento de la uña)
El podólogo es una figura primordial en el tratamiento de esta afección, el cual la diagnosticará y tratará de forma eficiente, ya que existen otras patologías que tienen una presentación clínica parecida y que pueden inducir al error (melanomas ungueales y nevus celulares).
Un calzado adecuado es primordial a la aparición de hematoma para evitar agudizar más el traumatismo.