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¿Sabes que es la EPOC?

Se denomina EPOC a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

La OMS la define como un concepto general que designa diversas dolencias pulmonares crónicas que limitan el flujo de aire en los pulmones.

Por lo tanto se trata de una afección respiratoria progresiva en la que se produce una limitación al flujo aéreo de tipo obstructivo, que puede ser debido a un estrechamiento de las vías aéreas o a una pérdida de elasticidad pulmonar.

La EPOC se presenta en 2 trastornos diferentes que, habitualmente, suelen coexistir:

–          Bronquitis crónica: es una inflamación e irritación constante en los bronquios que se caracteriza por la presencia de tos crónica persistente y secreciones por lo menos durante 2 años consecutivos. Este proceso produce un estrechamiento de las vías, que dificulta y obstruye el paso del aire acompañado por una dilatación de las glándulas productoras de moco provocando un aumento de la expectoración.

–          Enfisema pulmonar: Se produce una dilatación y destrucción de los alveolos (partes más dístales de los bronquios), donde se realiza el intercambio gaseoso. Esto provoca una dificultad en la oxigenación de la sangre así como una disminución permanente del flujo del aire.

Las causas o factores de riesgo que producen EPOC son:

 

–          Tabaquismo: Es el principal factor de riesgo representando un 80-90% del riesgo a desarrollar la patología, aunque existen pacientes que no han fumado nunca o son fumadores pasivos.

–          Causas laborales: La exposición a distintas sustancias pueden ocasionar estas patologías como vapores o gases químicos, polvos orgánicos e inorgánicos.

–          Contaminación atmosférica: Causa un empeoramiento de los síntomas respiratorios en los enfermos de EPOC, no está demostrado que sea detonante de la enfermedad.

–          Causas genéticas: asociadas a la carencia de una proteína que provoca EPOC. Puede haber predisposición genética, pero siempre fumando.

Población de riesgo:

Aunque en el pasado afectaba más a los hombres, el aumento del consumo de tabaco entre las mujeres, hace que la enfermedad afecte casi por igual a ambos sexos, si son fumadores de larga evolución. Suele iniciarse sobre los 50 años aunque puede pasar desapercibida hasta los 60 años. No es una enfermedad contagiosa, evoluciona lentamente y puede ser muy invalidante. Se estima que entre el 9 i el 12% de la población adulta mayor de 40 años la padece, pero como se inicia muchos años antes de manifestarse, aproximadamente, el 73% de esta población esta aun sin diagnosticar.

Sintomatología:

Se caracteriza inicialmente por:

  • Tos y expectoración sobre todo matutina, a la que no se le da importancia inicialmente, pueden aparecer infecciones bronquiales cuyo esputo suele ser verdoso.
  • Disnea: Con el paso de los años, se produce dificultad respiratoria progresiva a causa de la limitación del flujo del aire en los pulmones. Esta puede ir acompañada de roncus y sibilancias, pudiendo ser muy limitadora incluso para realizar las actividades de la vida diaria.
  • Insuficiencia respiratoria: Esta obstrucción y dificultad respiratoria desemboca en una insuficiencia respiratoria, que es una falta de oxigeno en sangre ya que hay una alteración en el intercambio de gases. También puede ocasionar el denominado Cor Pulmonale que es la insuficiencia cardiaca producida por la hipertensión pulmonar.
  • Astenia y anorexia: en fases avanzadas de la enfermedad, son manifestaciones extrapulmonares, la anemia, ansiedad, depresión, osteoporosis y la enfermedad cardiovascular, son otras de ellas.

Tratamiento:

Los objetivos son: aliviar los síntomas, reducir la evolución de la enfermedad, mejorar la tolerancia al esfuerzo, prevenir las recidivas y disminuir la mortalidad.

La enfermedad en la actualidad es incurable, pero existen una serie de medidas y tratamientos que mejoran la calidad de vida de los pacientes, siempre adaptadas a la situación y evolución de los mismos y dentro de una visión global e interdisciplinar.

Tratamiento:

  • Medidas preventivas:
    • Abandono del hábito tabáquico. Es la medida más eficaz en la prevención de la enfermedad. Mejora la respuesta al tratamiento y reduce el riesgo a desarrollar cáncer y enfermedades cardiovasculares.
    • Actividad física: Existen distintos estudios que demuestran que existe una relación entre la actividad física y la reducción del riesgo de desarrollar EPOC
    • Nutrición: El apoyo nutricional se debe incluir como parte de la atención integral del paciente. El soporte nutricional y la actividad física puede mejorar la funcionalidad de estos pacientes con riesgo de desnutrición.
    • Vacunas: Ayudan a prevenir las exacerbaciones infecciosas, ya que los pacientes están expuestos a infecciones del tracto respiratorio
    • Farmacología: Existen diferentes fármacos para disminuir los síntomas de la enfermedad, pero el más característico y efectivo son los broncodilatadores.
      • Broncodilatadores: Hay de acción corta y larga, se suelen combinar, de manera que los de acción corta se usan más a demanda, es decir, en el momento que el paciente lo requiere. El broncodilatador, abre la vía respiratoria, mejorando la disnea o sensación de ahogo.
      • Corticoides inhalados: Sirven para disminuir la inflamación de las vías respiratorias.
      • Mucolíticos y antitusígenos.
      • Antibióticos: En cuanto se detecta infección, nunca antes ni de forma preventiva.
    • Fisioterapia respiratoria: Es una parte fundamental en el tratamiento holístico del paciente, proporciona un mejor rendimiento físico así como autonomía del paciente. Tiene el objetivo de mejorar la condición física y psicológica del paciente, a más de promover la adherencia a conductas para mejorar la salud a largo plazo.

La Fisioterapia respiratoria debe contemplar programas de 2 a 3 días por semana durante 2 meses para que posteriormente el paciente, siga la pauta de ejercicios ya trabajada. Con una rehabilitación respiratoria controlada, se reducen los ingresos hospitalarios y mejora la calidad de vida del paciente. La Rehabilitación Respiratoria debe ofrecerse a todos los pacientes con EPOC, pero muy especialmente a aquellos que tengan limitadas sus actividades de la vida diaria. El programa de tratamiento debe abarcar tanto trabajo respiratorio, que ayude a eliminar secreciones y mejore la capacidad ventilatoria, así como trabajo muscular, orientado a mejorar la fuerza tanto en extremidades superiores como inferiores y entrenamiento al esfuerzo.

  • Oxigenoterapia: Tratamiento no farmacológico que ha demostrado el incremento de la supervivencia en estos pacientes. El tratamiento con oxigeno en el domicilio está indicado cuando el paciente presenta Insuficiencia Respiratoria.

 

Referencia bibliográfica:

Grupo de trabajo de la guía de práctica clínica sobre Atención Integral al paciente con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Desde la Atención Primaria a la Especializada. Sociedad Española de Medicina de Familia (semFYC) y Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR); 2010. http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_468_EPOC_AP_AE.pdf

Observatorio EPOC 2013. https://dl.dropboxusercontent.com/u/60017244/Observatorio%20EPOC/Informe%202013.pdf

OMS centro de prensa. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs315/es/

 

Autor: Mireia Massó

Fisioterapeuta colegiada 10533

 

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